No Quiero
Quien dijo miedo… si la verdad no habitaba aún en mi regazo, fui yo y le di en su nombre la razón que mi corazón no quiso sentir… como disculpa plasme en sus lagrimas la palabra libertad, la misma que ha sido tan elocuente y firme pero siempre tan ramera y necesaria. Luego me Perdí en mi propio mundo y mi yo se desvelo a las intimidades de aquellos cuentos sin ninguna moraleja y sucumbió al despertar con los ojos enarbolados, con el don de la pericia virulenta que solo asoma con la palabra soledad, así redimidas en mis estancias y abreviando sin sentires seniles, la libertad y la soledad perfilaron entre mis necesidades y necedades dando un no por respuesta al compromiso de amar, amo a porciones gigantes que ni los cíclopes pueden alcanzar pero no quiero amores que lleguen hasta el cielo o el infinito y más allá, quiero la luna y la noche por un día, al amanecer para despertarme, no para ligarme o para hurgar en cinturas que cualquier amor me pueda dar, quiero amar por un sol con todas sus sombras no por un rayo de luz que se va y se va… quiero hacer de mi amor invisible lo visible que mis miradas puedan apartar, no quiero compromiso ni omiso ni preciso solo quiero hablar, hablar de lo que pudo ser y no fue de aquello que viví y sentí pero que no puedo explicar. No pretendo financiar mis preceptos con pobres conceptos, solo quiero dar mi respuesta, mi razón , mi condición esa que me lleva a renunciar , la misma que me quiere libre del afán de reencarnar a mi prole mas no a mis palabras, a estas si mucho se las llevara el viento pero no serán cenizas de sus cenizas ni sangre de su sangre, son mías, solo mías a quien convengan prestarlas en torno a vivirlas o birlarlas con derecho de saber que han tenido dueño y sueño de convertirse así mismas en razón de otros. Ayer me leí a mi mismo que insensata y fraudulenta es la verdad cuando me mira desde mi tumba. De momento viviré mi eternidad. Gracias
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario