Sabes quien soy...soy yo..tu...bueno el del espejooo

INVITADO
Ayer tuve un invitado anónimo a mi mundo, se despacho entre mis recuerdos sin detenerse por cualquiera de las sendas que el dolor dejo; disfruto de cada uno de los placeres que mis memorias le habían enseñado como propias y profundas en mi ser y siguió deambulando a paso lento entre mis mejores sueños y aunque dejo para el final los que mi deseos le dictaron; este escogió para su propio álbum de vivencias, tan solo sesenta segundos que perdí mirando el espejo que de mi se olvido y todo porque ya vivía sin ti, si bien el anónimo pasante paseador, entre sus pasos, dejo las huellas que me mostraron el camino a la verdad de lo que significaba su presencia en mi morada. Las mismas huellas me enseñaban a hablar de mi en tercera persona, como algo que jamás ocurrió, pues no había una segunda en mi espacio que me tildara con la suerte de pronunciarme ni de manera equivocada, sin embargo, el anónimo me inculco durante su estadía que de cualquier forma los errores se pagan para bien o para mal, pero a merced de la odisea de vivir recalculando nuestro destino, en ese instante, me levante de entre aquellos que vienen y van y me inspire a delegar a mi destino la mera conducta que le dictase mi ser, pues aunque quería seguir muchos pasos, no quería hacerlo sobre las huellas de nadie ni de nada por anónimas que parezcan, concibo planear mi vida depilando las ideas para que crezcan nuevas y no las mismas; concibo mi vida plena y sin denotaciones virulentas que puedan enfermar mi sed de vivir contigo sin ti y con todo lo que pueda el palpitar, concibo darle al anonimato un nombre que no se tenga que disfrazar eternamente para calcarse letanías sin razón, le daré un espacio cual que en su historia dictara secuencias que puedan llamarse con su propia autoría, mi nombre quizás no sé aún así deambulare a su lado escribiendo avatares que devenguen libertad sin desperdigar vicisitudes pero clamando nombres que den en su razón la condición de lo que siempre quiso decir, sin miedo ni sentir por ello. No hay anónimo en mi, la visita acabo sin empezar pues ya firme en mi vida con la gracia de vivir en presencia y no en ausencia de ti.